¿Debo cortarle las uñas a mi gato?

Arañar es un comportamiento innato en los gatos, el hecho de rascar superficies les sirve para arreglar sus garras frontales pero también para comunicarse con otros felinos y hasta para estirar sus músculos. Por tanto, los gatos necesitan tener sus uñas sanas para explorar el mundo, cazar, ejercitarse y relacionarse con otros animales.

Si tu gato no sale nunca de casa, lo mejor que puedes hacer es cortarle periódicamente las uñas y colocarle rascadores por la casa para que pueda mantenerlas en buen estado. No tienes que preocuparte por la parte de cazar, ya que tu gato no va a trepar árboles ni tampoco se va a tener que defender para conseguir algo de comida.

Las uñas del gato son retráctiles y les crecen constantemente, hasta cuando están muy largas se vuelven molestas para el gato y rascará todo lo que esté a su alcance para desgastarlas y quitarle las capas externas.

Por lo tanto, podemos cortarle las uñas, pero ¡ojo! sólo la punta y con mucho cuidado de no llegar hasta la pulpa rosada porque es un vaso sanguíneo que si se corta, además de dolerle mucho va a provocar un sangrado difícil de controlar.

Lo mejor es acostumbrarlo desde pequeño y utilizar una tijera especial para cortar las uñas de los gatos. Es importante ofrecer al gatito desde pequeño, un poste rascador, una silla vieja de madera, un trozo de alfombra o algún objeto similar en el que pueda afilar sus uñas.

Si no te atreves a cortarle las uñas, en el veterinario podemos hacerlo para que tú estés más tranquilo y tu gato mejor cuidado.